"Es necesario avanzar hacia una gobernabilidad más incluyente, democrática, transparente y eficiente"
El multilateralismo latinoamericano tiene sus antecedentes en el siglo XIX, con la celebración de las primeras conferencias panamericanas. Más tarde se expresó a través de las conferencias interamericanas, las cuales posibilitaron un marcado activismo de los países de la región en el nacimiento de la ONU (1945) y la creación de OEA (1948).
Sin embargo, en los años siguientes, el orden bipolar instaurado en 1945 dando lugar a una nueva fase en la política internacional acotó el margen para el multilateralismo latinoamericano diluyéndolo en el apoyo a la línea estadounidense por parte de la mayoría de los países, en la opción independiente y solitaria de otros, o en cierto “multilateralismo defensivo” visto como una “unión de los débiles” alrededor de los conceptos clásicos de soberanía de los Estados y no injerencia en los asuntos internos de los mismos como forma de limitar el intervencionismo de grandes potencias en una región en construcción.
La Guerra Fría terminó, pero nuestra construcción continúa. Y con ella la construcción de un multilateralismo que responda a los desafíos de un mundo globalizado e interdependiente, donde el equilibrio de fuerzas ha cambiado y en el cual hay amenazas y desafíos que, a diferencia de las generadas por la existencia de armas de destrucción masiva, no se encuentran en manos de unas pocas potencias capaces de imponer las reglas de la convivencia internacional.
No hay soluciones simples ni unilaterales a problemáticas tales como el cambio climático, la exclusión social, el terrorismo, el crimen organizado; tampoco hay atajos para la concreción de derechos como el desarrollo sostenible. Por lo tanto, para enfrentar estos desafíos no basta un nuevo equilibrio de poder entre las grandes potencias, sino que es necesario avanzar hacia una gobernabilidad más incluyente, democrática, transparente y eficiente.
No partimos de cero, pero lo que tenemos no es suficiente. No sólo hay que optimizarlo, también hay que acompañarlo. La Alianza por el Multilateralismo apunta a ello y la gestión de Alemania, país pionero de esta iniciativa, en el Consejo de Seguridad de ONU como miembro no permanente del mismo durante el bienio 2019/2020 coadyuvará a su desarrollo.
Aunque el gobierno uruguayo aún no ha adherido formalmente a la misma, se identifica con ella y comparte sus fundamentos y objetivos. Pero no solamente los comparte: los practica.
El rechazo al terrorismo, el crimen organizado, la amenaza del empleo de la fuerza y al uso de la misma; el respeto al derecho internacional; la defensa de la soberanía de los Estados y la no intervención en los asuntos internos de éstos y el decidido apoyo a la solución pacifica de las controversias; la reivindicación del multilateralismo y la necesaria optimización de sus instituciones; la protección y promoción de los Derechos Humanos; así la protección del medioambiente como Derecho Humano y factor de desarrollo sostenible, son rasgos que identifican nuestra política exterior uruguaya.
En tanto tales, dichos principios pautaron el desempeño de Uruguay como miembro no permanente del Consejo de Seguridad durante el bienio 2016/2017 y en un plano geográfica y temporalmente más inmediato, determinan nuestra conducta respecto a la compleja coyuntura que vive la región sudamericana.
Dicha coyuntura trasciende largamente ciertos hechos que operan como detonantes de las mismas e incluso lo que desde una perspectiva de mayor plazo algunos análisis ubican como fin del ciclo progresista, retorno neoconservador o explosión populista.
La Conferencia de Tiergarten es una excelente oportunidad para reflexionar sobre estos y otros temas en clave global y socialista, porque los desafíos planteados abarcan a la humanidad en su conjunto y porque el socialismo sigue siendo la mejor opción posible para la misma.
Con tal convicción y confianza, con ánimo de aportar y de aprender en una causa que nos une a todos, llegaré a dicho encuentro.
Ariel Bergamino
Viceministro de Relaciones Exteriores de Uruguay