Al aislamiento físico: solidaridad, compromiso y comunidad
Desde los equipos de la FES estamos tratando de asumir este momento de distanciamiento físico obligado, sin permitir que se aquiete nuestra energía, creatividad y compromiso.
Estamos conscientes de la necesidad de actuar para no favorecer la diseminación del COVID 19, y por el momento mantenemos presencia mínima en nuestra oficina. Buscamos favorecer interacciones por otros medios.
Sabemos que la pandemia es una urgencia que debe atenderse con responsabilidad, y en esa medida será superada. Tenemos consciencia de la presión que afrontan quienes deben tomar decisiones y acciones de las que depende la salud de miles de personas. Sabemos el rol clave de la solidaridad y la importancia de un Estado activo, políticas públicas con un enfoque de derechos humanos y un sistema de salud y empresas públicas fuertes.
Seguimos con atención lo que ocurre en Uruguay y otros países del mundo, sabiendo que muchas de las decisiones que se adopten ahora gravitarán sobre las sociedades por largo tiempo y en muchos planos.
Solidaridad ahora significa tomar medidas drásticas para retardar la propagación del virus. Al mismo tiempo, la solidaridad nos exige también hacer todo lo posible para mitigar el impacto social y económico que tienen estas medidas, principalmente sobre quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.
A nivel mundial, las experiencias y consecuencias profundas de esta crisis inédita van a reclamar repensarnos en muchos sentidos. Esta crisis no solamente nos confronta con la fragilidad humana individual, sino que interpela especialmente las formas predominantes de organización de las relaciones sociales y de la sociedad con el medio ambiente.
Como cada quién tiene un lugar y capacidad específica de incidencia, en FESUR creemos que nuestra mejor contribución ahora es apoyar las capacidades colectivas de diálogo e incidencia para evitar que el asilamiento sanitario debilite el tejido social y la conciencia de pertenecer a una comunidad.
Nuestra contribución para enfrentar los efectos no sanitarios de esta emergencia estará dirigida a trabajar para que se mantengan abiertas vías de comunicación y concertación independientes, con especial atención hacia las organizaciones de la sociedad civil y colectivos emergentes.
Por ello hemos resuelto “auto hackear” nuestros espacios y redes sociales para brindar información nacional y transmitir experiencias internacionales que nos parezcan pertinentes y útiles.
También queremos que este hackeo sea una caja de resonancia para aquellas organizaciones e instituciones con quienes compartimos esfuerzos para fortalecer desde la apertura, el internacionalismo y el feminismo, la democracia, nuevas estrategias sindicales y la transformación socio-ecológica de la economía.
